domingo, 15 de mayo de 2016

JORNADA ESCOLAR COMPLETA: CANSANCIO Y MALOS RESULTADOS



La JEC más conocida como “Jornada escolar completa” fue implementada el año 1997 bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, con José Pablo Arellano como Ministro de Educación en ese entonces, en los establecimientos diurnos Particulares Subvencionados y Municipales.

Tenemos que tener las motivaciones y las ideas para hacer de este país uno desarrollado, en donde tenga a su propia ciudadanía culta, libre y autónoma, en donde pueda desarrollarse plenamente y pueda caminar más allá de una prueba estandarizada; que pueda caminar hacia el horizonte y decir que pudo, que puede y que podrá
¿Con qué propósito? La jornada escolar completa tenía como objetivo mantener a los estudiantes en el establecimiento educacional un número importante de horas dado que, en muchos hogares no había quien los atendiera y eran fáciles presas de las drogas y otras situaciones complicadas. Lamentabemente la idea original de permitir actividades lúdicas en la tarde para que el alumno potenciara sus aptitudes se perdió y en la práctica se agregaron más horas de clases lectivas, incluso muchas de ellas con evaluaciones, perdiéndose de ésta manera su sentido original.
¡Más horas lectivas!, “¡Qué bien!” podrá decir usted, mientras más horas los alumnos estén en sus salas de clases, más aprenderán. FALSO, el hecho de que se estudie más horas no quiere decir que el estudiantes vaya adquirir más conocimiento, de hecho, ocurre lo contrario, porque la capacidad de concentración no es la misma a las 8 de la mañana, que a las 2 de la tarde. La capacidad de concentración de una persona no va más allá de 20 minutos, lo que requiere no solo un sistema en donde se reduzcan las cargan horarias, sino que, cambiar las técnicas de enseñanza de los profesores hacia sus alumnos.
Bien, entonces la JEC fue introducida en el sistema educacional con el propósito de mantener a los alumnos más tiempo en el establecimiento y cuidar a los más vulnerables que no podían quedarse solos en sus casas, debido a que vivía en un sector donde es muy susceptible a la delincuencia y a las drogas y fomentar todas sus capacidades, habilidades y destrezas con talleres lúdicos, ya sea, deportes, ajedrez, teatro, etc, además de las asignaturas correspondiente al año académico.
¿Qué pasó? Hoy en día nos damos cuenta que la JEC se ha utilizado con otros  objetivos, ¿cuáles?, más horas en preparación SIMCE y PSU, más horas de lenguaje, matemática, menos historia, arte, música, deporte, ¿Qué pasa? ¿Dónde quedan las actividades lúdicas que desestresan al estudiante? En el aire ya que hoy se preocupan más por obtener una mejor PSU y SIMCE que desarrollar más habilidades del alumnos, dejando a éstos últimos, con un excesivo cansancio.
Y es ahí donde quiero apuntar, al cansancio. La JEC además de aumentar las horas de clases y proponer actividades lúdicas, también hacía énfasis en no enviar tareas para el hogar, de modo que, la carga sería peor para el alumno. Pero se ha hecho claramente lo contrario, las actividades no están,  y si lo están es en un bajo porcentaje respecto a las demás asignaturas y además se envía tarea a la casa dejando sin tiempo al escolar para realizar diversas actividades.
El alumno es primero que nada persona, tiene vida y durante esta se desarrolla en múltiples áreas porque no tienen una habilidad o capacidad, sino que, son varias y él tiene motivaciones para querer desenvolverse en ellas y la educación es una de las herramientas que tiene el escolar para realizarlas.
¿Qué es educación? Definición de educación hay muchas, pero la que más se acerca es la siguiente, según la UNESCO: “La educación promueve la libertad y la autonomía personal y genera importantes beneficios para el desarrollo”. Dicha definición se puede interpretar de diferentes maneras, entendiendo a que se enfocan los modelos educativos a “libertad y la autonomía personal” y sabemos que ello desarrolla al individuo en sociedad.
La pregunta que nos hacemos es ¿Qué modelo educativo será más beneficioso para lograr aquello? ¿más memoria? ¿más horas de clases? Antes de responder dichas preguntas, vamos a los datos duros que rigen hoy en el sistema educativo.
Somos un país OCDE que avanza cada día por salir del subdesarrollo y llegar a ser como las anheladas potencias europeas. Pero, ¿Cómo ve nuestro sistema educativo la OCDE? Dice que somos uno de los países con más horas de clase. Chile tiene, por ejemplo, según el Informe PISA en promedio 1203 horas anuales, contrastando con las 921 del promedio OCDE, tenemos 6 horas y 40 minutos de matemática a la semana, en comparación al promedio OCDE que son de 3 horas y 38 minutos a la semana.
¿Resultados? “Con un promedio de 423 puntos en la Prueba PISA de Matemáticas 2012, Chile aparece como una nación por debajo del resto de los países OCDE evaluados que promedian 494 puntos. El 52% de los estudiantes es considerado un alumno de bajo desempeño, mientras que la media OCDE es del 23% de los jóvenes”, explica desde París Noémie Le Donné, de la Dirección para la Educación y Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que supervisa la puesta en marcha de PISA.
Si tenemos más horas de clase, ¿por qué seguimos teniendo bajos desempeños en informes de educación a nivel internacional? La respuesta es bien fácil. Es por el actual sistema educativo por el cuál se rigen nuestros estudiantes y profesores.
No tenemos un sistema el cual integre, incluya y desarrolle todas las capacidades cognitivas y físicas del estudiante para  que se pueda desenvolver en sociedad;  en el que los profesores se les capacite constantemente y con ello lleven nuevas técnicas para poder enseñar de mejor maneras las materias que comprende cada asignatura; en el cual el currículo de ramos artísticos, electivos del área de humanidades, entre otras tengan relevancia en la que aumente el nivel significativo de aprendizaje, sobre todo a los que se interesan por el área. No tenemos un sistema que se preocupe por mejorar el mundo, sino que, lo mecaniza para pruebas estandarizadas que definirán la vida futura del escolar.
Hay que seguir trabajando estimados. Un gobierno no va a solucionar todos los problemas si pensamos que ellos pueden hacer todo, tenemos que tener las motivaciones y las ideas para hacer de este país uno desarrollado, en donde tenga a su propia ciudadanía culta, libre y autónoma, en donde pueda desarrollarse plenamente y poder caminar más allá de una prueba estandarizada , que pueda caminar hacia el horizonte y decir que pudo, que puede y que podrá. Porque el modelo educativo que queremos no es simplemente el que no pudo, mala suerte, sino que si no puedes, te ayudamos a poder y eso lo hacemos entre todos.
Una nueva educación para Chile, es posible.

Mientras el magisterio percibe sueldos indignos, el ministro Saavedra tiene una planilla dorada.


MINEDU: SU POLITICA ES LA LEY DEL EMBUDO.


Eloy Marchan.-Hildebrandtensus13.

Mientras a los maestros les niegan un sueldo decente, el Ministro de Educación Jaime Saavedra puede jactarse de tener la planilla dorada más costosa del gabinete y el número de asesores más inflado de la burocracia que este gobierno ha engrosado enérgicamente. (Increíble pero cierto) Cuando se trata de pagar asesores en el MINEDU la plata sobra. El ministro y sus dos viceministros Flavio Figallo Rivadeneyra y Juan Carlos Silva Macher , más la Secretaria General, Desilú León Chempen tienen 27 asesores con sueldos de 10 mil a 15,600 soles. ( en total S/. 355 mil soles) Según el informe de personal de marzo último solo el ministro tan aplaudido por la gran prensa tiene 10 consultores adscritos.

El asesor José Arista Arbildo es quien más gana , aprista y fue presidente regional de Amazonas y viceministro en el gobierno de Alan García recibe S/. 15,600. Ernesto Galmez Marquez con S/. con 15,600 , María Del Pilar Acurio Jaramillo ( hermana de Gastón) con S/. 15,000. Hay 5 asesores del ministro son contratados mediante FAG (Fondo de Apoyo gerencial) el 2012, y el resto bajo CAS , su oficina del ministro gasta S/. 135,100 al mes. Además el ministro tiene 3 profesionales con salarios de 3 a 8 mil soles cuya labor es informarle sobre posibles conflictos del sector.

El Viceministro de Gestión institucional Silva Macher tiene 4 asesores mediante CAS con sueldos entre S/. 10,000 y S/. 13,000, son Rosa Elvira Zamora Alayo, Desireé Nataly Quinteros Alberca, Mirtha Agustina Rázuri Alpiste, y Martha Cecilia Silvestre Casas, las 4 suman S/. 54,000 al mes. El Viceministro de Gestión pedagógica Figallo Rivadeneyra (hermano del ex ministro de Justicia) también tiene 4 asesores y ganan más de S/. 12,000 son Walter Paul Twanama Altamirano, Pedro Manuel Tapia Alvarado, Anita Hilmer Motenegro Rodríguez y Jaime Hector Paredes Calla. En esta planilla está un Coordinador de las metas de Alta Dirección Gerardo Guerra Blanco con S/. 10,000 y la comunicadora de la Alta Dirección Diana Arias Stella Diez con S/.15,000.

La Secretaria General León Chempen está en el puesto desde el inicio del gobierno de Humala , con S/. 25,000 y está debajo del ministro con S/.30,000 y los viceministros con S/. 28,000. La secretaria general tiene 7 asesores y son : Itali Alberto Laca Ramos, Willy Arturo Olivera Absi, Felipe Ivan Barriga Ramírez, Sara Lisa Carranza Aguilar, Manuel Humberto Castillo Méndez, Carlos Alberto Zavala Polanco, y Yomar Melendez Rosas. La planilla asciende a S/. 94,000 mensuales. León Chempen es abogada y ascendió en el gobierno aprista. En el 2009 fue secretaria general del MINSA, cuando se produjo el escandaloso robo de 838 cajas con documentos sobre la construcción de los hospitales y comprometía al ex ministro Hernan Garrido Lecca. Este suceso mereció que ella y el jefe de asesores Willy Olivera Absi, hoy su asesor, se le abrieran un proceso administrativo.(No hubo sanción) A ella le corresponde manejar todo el pliego presupuestal, dispone como y en que se gasta S/ 23,944 millones.

Raul Choque Larrauri , Drector de Becas y Creditos , Cecilia Luz Ramirez Gamarra Directora de Educación Básica, Gustavo Adolfo Canales Kriljenko, Director de Infraestructura, todos con S/. 25,000. Marilú Martens Cortez Directora de Servicios especializados, José Carlos Chávez Cuentas Jefe de Planificación estratégica,y José Manuel Mesinas Montero Secretario general de Planificación estratégica con S/. 22,750 cada uno. Giuliana Espinoza Pezzi Directora de Evauación docente con S/. 18,250. Todos estos con el grado de Magister han sido contratados en la odalidad de PAC (Personal altamente calificado) dentro de la Reforma del Servicio Civil.

Comentario: Mientras este jueves 14 de mayo el Sindicato Unico de los docentes realizó un paro demandando una vez más el aumento general de sueldos, exigiendo como piso salarial los S/. 2,300 , el ministro los satanizaba porque atentaban contra la educación. Hoy es injusto que un docente contratado gane entre S/. 1,000 y S/. 1,300. No solo eso sino que los maestros interinos sin tÍtulo sean despedidos después de más de 30 años de servicio con un sueldo miserable de tan solo S/. 500 o S/. 700. Después de muchos años de lucha los profesores fueron nombrados y debieron ser cesados con una remuneración total como mandaba la Ley del Profesorado 24029 puesto que las leyes no se aplican en forma retroactiva.

Todo parece indicar que hay intención de venganza, y este es el único país del mundo en que al magisterio nacional después de haber servido a la nación, al final de su labor abnegada en la formación de la niñez, juventud y de la consciencia nacional de las nuevas generaciones, el Estado les agradece jubilándolos con sueldos miserables comparados a la peor etapa del esclavismo. Lo preocupante de esta humillación y agravio con la sociedad es que aún no existe una respuesta moral y con honor de parte de las fuerzas magisteriales, que están actuando increíblemente condescendientes con el sistema explotador de la actual clase burguesa dominante.

Fuente: Hildebrandt en sus Trece (mayo 2015)

El desmantelamiento de la educación neoliberal



Lecciones de los Zapatistas

Roar Magazine

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo.

La historia de los zapatistas está cuajada de dignidad, indignación y coraje. Es una prolongada epopeya de más de 500 años de resistencia ante el intento de conquistar la tierra y la vida de los campesinos indígenas. Es un relato revolucionario y poético de esperanza, insurgencia y liberación: un movimiento que se caracteriza tanto por la adversidad y la angustia como por la risa y la danza.

Las crónicas continuadas de la insurrección zapatista ofrecen un espectacular relato del modo en que la población indígena se ha enfrentado a la imposición de la violencia del Estado, los roles de género opresivos y el expolio capitalista. Y para la gente de las comunidades Ch’ol, Tseltal, Tsotsil, Tojolabal, Mam y Zoque de Chiapas, México, que decidieron hacerse zapatistas, es una historia que renace, se revitaliza y se reaprende día a día, con cada nuevo paso adelante.

Es en dicho contexto donde hay que situar este breve repaso de cómo la construcción dinámica de la resistencia que realizan los zapatistas es motivo de esperanza a todos aquellos que luchamos contra la universidad neoliberal desde dentro.

Para Sts’ikel Vokol y desterrar el capitalismoEl poder intentaba enseñarnos el individualismo y el lucro… pero no éramos buenos estudiantes (compañera Ana María, promotora de educación zapatista)Antes de entrar al fondo del asunto, he de confesar algo. No tengo absolutamente ninguna fe en que el statu quo académico vaya a reformarse. Audre Lorde nos dice que “los instrumentos del amo nunca desmantelarán la casa del amo”, mientras que Emma Goldman señala que “el elemento más violento de la sociedad es la ignorancia”. Después de todo, la mayor parte de las universidades se crearon utilizando la lógica racista y patriarcal de los amos. Es decir, la academia nació rota y así sigue.

Por tanto, en relación con la existencia de cualquier entidad o institución que surja de la mentalidad del colonizador, como la educación neoliberal, coincido con Frantz Fanon cuando dice que “debemos sacudirnos la oscuridad profunda en la que nos sumergieron y dejarla atrás”.

Es decir, el neoliberalismo, la “oscuridad profunda” que invade el mundo actual, debe desterrarse y las universidades en las que se enseña deben desmantelarse hasta sus cimientos.

Aunque este punto de vista pueda parecer fruto del cinismo y la desesperanza, en realidad está profundamente cargado de anhelos y de esperanza; de resistencia.

Cuando se habla de “resistencia” es preciso hilar fino, pues se trata de un término muy debatido que puede tener significados muy diferentes para las diferentes personas. En este artículo, yo lo utilizo en el sentido en que lo emplea la que quizá sea (en mi opinión) la fuente de resistencia más fértil y evolucionada que existe en la actualidad: la insurgencia zapatista.

El análisis que sigue a continuación se basa, así pues, en el concepto Tsotsil (pueblo maya) de sts’ikel vokol, que significa “aguantar sufriendo”. Y cuando definimos de esta manera la resistencia se desarrollan todas sus posibilidades implícitas. Resistencia puede significar empatía y trabajo emocional, así como compasión y ayuda mutua, con independencia del calendario y la geografía -o incluso la universidad- de uno mismo.

“Muerte por mil cortes” 

El neoliberalismo está basado en una contradicción: para sobrevivir, debe devorarse a sí mismo y, por tanto, autodestruirse. (Don Durito de la Lacandona, Caballero Errante)El neoliberalismo es una fuerza que no podemos ignorar. Globalmente, supone un exceso de dependencia, deuda y destrucción del medio ambiente a escala generalizada, mediante la proliferación de políticas de libre comercio, que recortan los derechos y la protección de los trabajadores, de la naturaleza y de las sociedades por igual.

A nivel personal, convence a la gente de que el individualismo, la competencia y la mercantilización son condiciones naturales de la vida. Por consiguiente, la sociedad civil está obligada a aceptar, mediante la retórica capitalista manipuladora, que el mundo no es más que un mercado en el que todo y todos pueden ser objeto de compra-venta. La miseria de los demás no debe considerarse más que el daño colateral de un mundo intrínsecamente inhóspito y fragmentado. Por escalofriante que parezca, la educación superior no es inmune a esas tendencias malevolentes.

Los efectos debilitadores del capitalismo sobre la educación superior han sido descritos al detalle. También está bien documentada la obsesión patológica por generar ingresos que tienen los administradores (y algunos miembros docentes) de las universidades, que deberían estar estimulando el pensamiento crítico, la reflexión y la praxis.

Sin embargo, no se ha prestado tanta atención al daño psicológico infligido a las personas a través de los mecanismos disciplinarios puestos en marcha por la universidad neoliberal, como calificaciones académicas, factores de impacto, fiscalización de los logros, presión para conseguir becas de prestigio, recompensas culturales, anotaciones en el currículo, etc.

Si uno se junta con colegas o amigos del mundo académico, no es extraño escuchar relatos de ansiedad aguda, depresión y paranoia, así como sensación de desesperación, no-pertenencia y desesperanza. La vida en la universidad neoliberal se ha convertido en una “muerte por mil cortes”, y sino que le pregunten a cualquier madre que trabaje allí.

Una de las consecuencias más desconcertantes y subestimadas de la educación superior neoliberal es el modo en que esta trata a los estudiantes. El “aprendizaje”, en la actualidad, consiste en memorización mecánica, exámenes estandarizados, configuración del aula como si fuera una fábrica, competencia jerárquica entre compañeros, acumulación de importantes deudas para costear el alza de precios de las matrículas y sermones condescendientes del tipo:”ya sabías a lo que te apuntabas”.

Los estudiantes deben someterse a este acoso neoliberal mientras se les presiona para que representen con entusiasmo el grotesco papel de “emprendedor” o “ciudadano global”. Paulo Freire ya dijo que llegarían días deshumanizadores como estos.

Sin lugar a dudas, el neoliberalismo ha lanzado un ataque en toda regla a la salud mental de estudiantes y facultades por igual, por no mencionar el bienestar de los trabajadores contratados, superexplotados y generalmente no sindicados de los departamentos de mantenimiento y comedor de muchas universidades. Estas circunstancias casi imposibles de sobrellevar son en muchas ocasiones la única manera en que se puede lograr el éxito. Y la única manera para autodisciplinarse y castigarse a sí mismos y a los demás, para poder llegar a ser supercompetitivos funcionarios del capitalismo, es el olvido (en palabras de un promotor educativo zapatista).

Descolonización, autonomía y espíritu de rebelión

La batalla por la humanidad y contra el neoliberalismo fue y es nuestra batalla, y también la de muchos otros de abajo. Contra la muerte, exigimos vida (Subcomandante Galeano, anteriormente Marcos).

Es preciso señalar que el proyecto de autonomía zapatista es resultado directo de la autodeterminación del pueblo indígena, así como de su decisión de comprometerse con una organización altamente disciplinada para oponerse a la élite neocolonial. Más concretamente, los zapatistas se sacrificaron a sí mismos para hacer del mundo un lugar mejor y más seguro.

Consecuentemente, una de las pintadas más reproducidas por los territorios rebeldes de Chiapas dice así: “Para todos todo, para nosotros nada”. Frente al omnipresente capitalismo global, dicha afirmación resulta tan profunda como humilde. Sitúa en primer plano la cooperación y el desinterés, virtudes que los zapatistas han integrado en su sistema educativo autónomo.

Como rebeldes indígenas, los zapatistas se refieren sagazmente a las escuelas y universidades que gozan del visto bueno del Estado como “corrales de domesticación del pensamiento”. El motivo es el énfasis que las instituciones legitimadas por el gobierno ponen en coaccionar a los estudiantes y a las facultades para que se conviertan en dóciles ciudadanos-consumidores. La respuesta zapatista ante la posibilidad de tener que enviar a sus hijos a unos entornos de aprendizaje tan hostiles fue la rebelión abierta y armada.

Así, el 1 de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación nacional (EZLN) reavivó de nuevo el espíritu del grito revolucionario de Emiliano Zapata “Tierra y Libertad”, gritó “¡Ya basta!” y despertó a la historia recuperando las tierras de que les habían arrebatado.

Ante su capacidad de premonición y sus acciones, uno no puede sino recordar al geógrafo anarco-comunista Peter Kropotkin, quien afirmó en 1880: “Hay periodos en la vida de las sociedades humanas en los que la revolución se convierte en un imperativo necesario, en los que se autoproclama como inevitable”.

Al conseguir liberarse de los edictos beligerantes del gobierno mexicano (“el mal gobierno”), los zapatistas acometen en la actualidad la educación en sus propios términos. No están comprometidos con la supervisión provinciana de las burocracias gerenciales tal y como lo estamos muchos de nosotros en las universidades neoliberales. Por el contrario, la filosofía de enseñanza zapatista surge “desde abajo” y está enraizada en la tierra y las costumbres indígenas. Su enfoque se ve más claramente ilustrado por el axioma “Preguntando caminamos”, que muestra cómo las comunidades zapatistas generan su programa de estudios mediante asambleas populares, democracia participativa y la toma de decisiones comunitaria.

Estos procesos horizontales avanzan centrándose en las historias, ecologías y necesidades de sus respectivas bases de apoyo. Las “aulas” zapatistas, por tanto, incluyen lecciones centradasen el territorio sobre agricultura y silvicultura ecológica, medicina natural/herbal, soberanía alimentaria y lenguas indígenas de la región. Así pues, dado el contexto geopolítico del movimiento, los métodos de enseñanza zapatista suponen actos de descolonización por sí mismos.

Eso nos lleva a sugerir que la academia neoliberal podría aprender una o dos cosas de los zapatistas en el sentido de incluir la cosmovisión y la educación localizada indígena como una parte esencial de cualquier programa de estudio. Dada la amplitud y profundidad del “plan de estudios” zapatista, la meta de su pedagogía inconformista podría resumirse en una frase: crear capacidad de criterio a través del zapatismo.

El Zapatismo como geografía de la liberación

La liberación no caerá del cielo como un milagro; somos nosotros quienes debemos construirla.

Por tanto, no esperemos, vamos a empezar… (Panfleto zapatista sobre educación política).

Una mañana fresca y neblinosa, en las montañas brumosas de Chiapas, un promotor educativo simpático y jovial me explicó la idea del zapatismo: “El zapatismo no es un modelo ni una doctrina. Tampoco es una ideología ni un proyecto sino, más bien, la intuición que uno siente
en su pecho como reflejo de la dignidad de los otros y que engrandece mutuamente nuestros corazones”.

Además de eso, como todo lector fiel de la revista virtual de ROAR conoce, el zapatismo se está compuesto por siete principios básicos:

1 – Obedecer y no mandar

2 – Proponer y no imponer

3 – Representar y no suplantar

4 – Convencer y no vencer

5 – Construir y no destruir

6 – Servir y no servirse

7 – Bajar y no subir

Estas convicciones guían los esfuerzos cotidianos de los zapatistas en la construcción de lo que ellos llaman “Un mundo donde quepan muchos mundos”. El zapatismo, por tanto, puede contemplarse como la expresión colectiva de una imaginación radical, la manifestación de una visión creativa compartida y una liberación material de la geografía.

En términos de pedagogía, lo que potencia es la posibilidad de establecer métodos de enseñanza y aprendizaje respetuosos que luchan por el reconocimiento (y la práctica) de la mutualidad, la interdependencia, la introspección y la dignidad.

Estas facetas no-jerárquicas y anti-neoliberales de la enseñanza zapatista resultan evidentes en el modo en que se centra en las raíces. El conocimiento local es tan fundamental entre sus comunidades que muchos de los promotores de educación suelen proceder de las mismas municipalidades autónomas en las que enseñan y en las que viven sus alumnos. No hay contratos de temporada y los profesores no son despedidos tras unos meses en el trabajo.

Siguiendo el espíritu de igualdad, los zapatistas no mantienen diferencias jerárquicas y una escala vertical entre su personal docente. Todos son, sencilla y humildemente, promotores educativos. Este desprecio de los títulos profesionales y las credenciales legitimadas por las instituciones pone de manifiesto el modo en que los zapatistas desbaratan las muestras de autoridad jerárquica y de ego al tiempo que eliminan el individualismo competitivo que tan a menudo corrompe las universidades neoliberales. Básicamente, alteran las fronteras rígidas que dividen a “quienes saben” de “quienes no saben”, porque la arrogancia no tiene nada de revolucionaria.

Todavía son más radicales al incorporar la justicia de género (como la Ley Revolucionaria de las Mujeres), la soberanía alimentaria, el sistema de salud anti-sistema y el discurso queer (usando, por ejemplo, los términos inclusivos otroas/otr@s, compañeroas/compañer@s, etc) en su aprendizaje cotidiano.

Tampoco reparten calificaciones finales que supongan la terminación de un proceso de aprendizaje, ni utilizan notas para comparar o condenar a los estudiantes. De este modo, los zapatistas subrayan que la educación no es una competición ni algo que deba ser “completado”. Estas estrategias transversales han contribuido esencialmente a que los hayan conseguido erradicar la vergüenza del proceso de aprendizaje, lo que consideran algo necesario debido a lo tóxica, ruin y mezquina que llega a ser la educación neoliberal.

En resumen, el statu quo académico es demasiado rígido y es preciso dejarlo atrás. El neoliberalismo ha secuestrado la educación y la mantiene como rehén. Como pago de rescate exige obediencia, conformidad y trabajo gratuito, al tiempo que castiga la curiosidad, la creatividad y la imaginación de estudiantes, facultades y trabajadores. La universidad neoliberal es en sí misma estéril, negligente y conformista, además de asfixiante, aislada y gris.

La resistencia colectiva es exigente porque necesitamos un nuevo estallido de esperanza en medio de tanta “oscuridad profunda”. El zapatismo alimenta esa esperanza. No en el sentido abstracto del término, sino la clase de esperanza que resuena y se siente cuando se siembra a través de la compasión y la empatía y se alimenta mediante la rabia compartida.

El zapatismo da lugar a la clase de esperanza que consuela la aflicción, ensancha los corazones y despierta a la historia. La clase de esperanza que hace que se hinchen los pechos, se aprieten las mandíbulas y se unan los brazos al ver a otros humillados o heridos, sin importar si quien humilla y hiere es un individuo, una institución, un sistema o una estructura.

El zapatismo grita por la dignidad y sugiere que es posible resistir y vencer el sufrimiento causado por la universidad neoliberal porque, la verdad sea dicha, el neoliberalismo no es ningún amo ominoso ni panóptico, es simplemente una realidad. Y las realidades pueden cambiarse; sino, pregúntenle a un zapatista.

Levi es un leal (aunque tambaleante) seguidor de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona (enlacezapatista.ezln.org.mx/sdsl-es). Actualmente trabaja temporalmente en el Departamento de Geografía del Instituto de Estudios sobre Género y Desarrollo de la Universidad de las Indias Occidentales (Trinidad y Tobago).


Fuente: http://roarmag.org/essays/neoliberal-education-zapatista-pedagogy/
El presente artículo puede reproducirse libremente siempre que se respete su totalidad y se nombre a su autor, al traductor y a Rebelión como fuente del mismo 

TLC EE.UU-Perú: en la cuerda floja


La semana pasada nos visitó Nancy Pelosy, presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso norteamericano. El motivo: hacer seguimiento a una denuncia que compromete seriamente el TLC firmado con el Perú.
La queja presentada por la International Labor Rights Fund, la ONG Perú Equidad y siete sindicatos peruanos, en junio del 2015, fue admitida por el Departamento de Trabajo de EE.UU, que emitió un informe en diciembre último, recomendando al Estado peruano una serie de medidas cruciales para el futuro de las relaciones laborales en nuestro país.
El informe elaborado por la Oficina de Asuntos Internacionales y Laborales (OTLA) es categórico en su evaluación. Entre sus conclusiones pone de manifiesto su preocupación respecto de la forma en que la Ley de Exportaciones No Tradicionales (Decreto Ley N° 22342) expone a los trabajadores a la violación de sus derechos sindicales.
El documento describe cómo miles de contratos laborales se quedan sin renovación si se afilian a un sindicato. Da cuenta, también, del fracaso sistémico del Estado peruano para hacer cumplir las leyes laborales, su incapacidad para hacer efectivas las multas e implementar inspecciones laborales.
A pesar de la reciente reforma procesal, los procesos judiciales resultan insuficientes o engorrosos para el trabajador.
Aunque algunos especialistas precisan que “el informe limita sus recomendaciones a los trabajadores empleados bajo la LExNT, a pesar que estas prácticas se producen en toda la economía peruana, incluyendo a los trabajadores de la agroexportación, que fueron coautores de la Queja presentada ante la OTLA”; lo cierto es que las recomendaciones planteadas por el gobierno norteamericano pueden leerse como un cuestionamiento frontal al principio rector de nuestra legislación laboral: la contratación temporal (o inestabilidad laboral).
El Departamento de Trabajo norteamericano ha puesto como plazo diciembre de este año para que el Estado peruano adopte medidas correctivas. En juego están los beneficios arancelarios que todavía tienen los exportadores peruanos.
La principal recomendación, la más relevante, supone cambios legislativos (“adoptar y poner en práctica instrumentos jurídicos para asegurar que el uso de contratos temporales no restrinja la libertad sindical de los trabajadores”).
El propio informe brinda algunas pistas: limitar el uso de contratos de trabajo de corta duración; autorizar a la autoridad administrativa para que obligue a los empleadores a renovar los contratos; que los trabajadores empleados bajo esta modalidad ocupen cargos permanentes en los casos de reiterado incumplimiento o cuando haya indicios de discriminación antisindical. Además, insta al Estado a no permitir el “sobreseimiento” (demora) del procedimiento administrativo o judicial.
Todo un dilema para el próximo gobierno: o cambia la legislación laboral fujimorista, defendida por la gran empresa, o pierde los beneficios del TLC. Pago por ver.

CARTA: Ricardo Palma a Nicolás de Piérola: “no son chilenos los que nos han vencido sino nuestros vicios”

CARTA: Ricardo Palma a Nicolás de Piérola: “no son chilenos los que nos han vencido sino nuestros vicios”
Lima, Junio 27 de 1881
Excelentísimo señor don Nicolás de Piérola.
Mi distinguido amigo:
Los peruanos hemos tenido siempre en poco a la prensa. Por eso los chilenos nos ganaron de mano comprando aliados en la prensa europea que, salvo excepciones, nos ha sido y es generalmente hostil. Nuestros gobiernos, generosos hasta la prodigalidad, ha sido siempre tacaños en materia de prensa…
…Periodista ha sido usted, conoce a fondo el oficio y no necesita, por lo tanto, que le ponga puntos sobre las íes para estimar la conveniencia o inconveniencia de tener en Panamá un órgano exclusivamente peruano, ya que en Lima es ello imposible mientras nos dominen chilenos y achilenados…
…La continuación de la guerra, por nuestra parte, la tengo por otro lado imposible. ¿Por qué? Porque en nuestro país desventurado no hay virilidad ni patriotismo, porque la anarquía nos gangrena y porque la corrupción está infiltrada no sólo en los hombres de nuestra generación sino en las venas de la generación llamada a reemplazar la nuestra. ¿Qué pueblo este donde ochenta y nueve coroneles y cincuenta y siete tenientes coroneles suscriben el compromiso de no tomar las armas contra el invasor? El tesoro público habrá mantenido durante años y años a tanta y tanta sanguijuela, para que, cuando la patria necesita de ellos, se conviertan en inofensivos gusanillos. ¡Y qué militares! Salve usted a la patria con los que tan cobardemente corrieron en San Juan, y con fanfarrones cuando el peligro está distante…
Por cada diez militares pundonorosos y dignos tiene usted noventa pícaros, para quienes el honor, el deber, la patria y la honra son palabras huecas. Para formar ejército tendría usted que empezar fusilando la mitad siquiera de los militares. Como ya sabe usted que en San Juan hubo jefes, y no pocos, que por salvar incas (billete circulante), sacrificaron todo, menos la vida por supuesto. Coronel hubo que el 15, a la hora en que se batían algunos de sus soldados en Miraflores, llegaba a Huacho.
No son armas ni municiones los que más necesitamos para escarmentar al enemigo chileno y vengar los pasados desastres. Es patriotismo y unión, o lo que es lo mismo son virilidad y virtud lo que nos hace falta. Con ellas ¿sería posible que Lima, ciudad de 130,000 almas, se encontrara sujeta por una guarnición chilena de 3,000 hombres?…
…No son chilenos los que nos han vencido sino nuestros vicios, y consecuencia de ellos es la escasez de hombres para los puestos de compromisos.
Ricardo Palma.